Rayadas y malas semanas

Llevo unas semanas un poco distante, desaparecido y con pocas ganas de todo, entre ellas de subir alguna entrada al blog que tanto me gusta.
El motivo no es...o ha sido otro que la operación de mi mascota, de ese "bicho" (con cariño) que ocupa siempre el salón con su cesto y sus toallas, de ese bicho que me recibe a base de ladridos cuando entro, de ese bicho que por no tener dos dedos de frente se persigue el rabo cuando la saco a la calle, de ese bicho que lleva conmigo casi 11 años que han sido un instante para mi.

La verdad que parece mentira como un animal, que no habla pero que dice todo con su mirada y movimientos, puede llegar a ser importante para uno, tanto que llega a entristecer la vida de uno pues se piensa que se va a perder.
Muchas lágrimas he "soltado" por ella y muchos malos momentos he pasado cita tras cita con veterinarios y mala noticia tras mala noticia.

Finalmente, tras casi mes y medio, ya ha sido tratada y operada y ahora esperamos que se recupere pronto y que vuelva a ser ese chucho que anima tras un asqueroso día de trabajo o que te acompaña cuando quieres estar solo, pues el solo pretende tambien estar solo contigo.

No se si estoy tan melancólico por haberme visto Siete Alamas o El curioso caso de Benjamin Button...eso será otra cosa.