Si nos pasasemos la vida con las mismas prioridades seguiría llegando tarde al trabajo por ver el final de cada episodio de 'Los Simpsons' o delante del PC perdiendo el tiempo mientras en el salón está mi tío de Puerto Rico que viene una vez al año a vernos...y que bien me siento cuando veo que eso ha cambiado.
Creo que los cambios en las prioridades son signos de que la vida sigue, que una u otra cosa te atrae más y que uno sigue vivo. Estancarse en las mismas prioridades puede convertirse en un extraño hábito del que es dificil salir, pues uno llega a creer que es lo que quiere ya que es lo que lleva tiempo haciendo.
Invito a todo aquel ente que lea estas líneas a tener un camaleón, a hacerse una recreativa, a hacer deporte, a beberse cinco cervezas sin respirar, a llegar tarde a las citas con la pareja, a comer con la familia, a abandonar aquello que le resta vida, a perderle el miedo a las agujas, a vender tu bien friki por unos euros, a vivir tres semanas con un octogenario...a cambiar, a ver todos los lados que da la vida.
Ahora me pregunto, ¿llegará un momento en el que uno deja de tener prioridades a lo largo de la vida dando lugar a hábitos inamovibles?
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